M.

El dicho de que solo sabes cuanto quieres a una persona cuando la pierdes, es tan cierto como la vida misma.

No valoraba lo que él le habia dado durante años, era un simple juego de niños y asi se lo habia tomado, pero cuando juegas con fuego te acabas quemando. Yse quemó en las ganas de estar con él, de no dejarlo de ir, de querer estar con él a todo momento, de pensarlo & sin querer lo vió perfecto, sin defectos & eso le hizo dar por él mas de lo que en verdad él podia merecer. Pues a todos nos gusta que nos digan que nos quieren & muchas veces esas ganas se convierten en una obsesión, unas ganas de comprometernos por miedo a perderlo, que lo que hacen es que cada día la distancia, aunque no fisica, sea mayor.

Ojalá intente olvidarlo, mirar adelante & aunque sin él, busque ese destino que le espera. Pues nadie merece sufrir tanto por alguien que no te aprecia como te mereces.

Érika