-¿Sabes qué?
-¿Qué?
-Que ya no tengo miedo.
-¿Qué ya no tienes miedo? ¿A qué te refieres?
-A que ya no tengo miedo de nada, porque te tengo a mi lado. El miedo… es como una caja de cerillas, todos tus miedos están ahí dentro, cada uno con una cabeza de fósforo roja, y si de repente uno de ellos se prende, todos los demás arden inevitablemente. Esos miedos en ocasiones no te dejan avanzar, te paran… pero cuando eso pasa… apareces tú y separas cada uno de mis miedos como si nada pasara, lo apartas todo para que pueda seguir adelante.
-¿Qué?
-Que ya no tengo miedo.
-¿Qué ya no tienes miedo? ¿A qué te refieres?
-A que ya no tengo miedo de nada, porque te tengo a mi lado. El miedo… es como una caja de cerillas, todos tus miedos están ahí dentro, cada uno con una cabeza de fósforo roja, y si de repente uno de ellos se prende, todos los demás arden inevitablemente. Esos miedos en ocasiones no te dejan avanzar, te paran… pero cuando eso pasa… apareces tú y separas cada uno de mis miedos como si nada pasara, lo apartas todo para que pueda seguir adelante.